on Tuesday 26 September 2017, 15:17 - Permalink
¡Ya llegó el otoño! Y con él, los pequeños inconvenientes: cambios de humor, cansancio, desmotivación… Esta época del año que nos prepara a la llegada del invierno puede ser sinónimo de bajón e incluso de pequeña depre! Pero que no cunda el pánico, aquí te dejamos unos truquillos para que el final del verano sea más llevadero ;)
COMPENSAR LA FALTA DE LUZ
Muchos cambios tienen lugar con la llegada del otoño: el cambio de hora, la vuelta al cole o al trabajo después de las vacaciones, etc. Pero lo que más influye en nuestro estado de ánimo es la falta de luz. En realidad es la luz la que permite al ser humano fabricar vitamina D, esencial para el buen funcionamiento del cuerpo y sobre todo del cerebro.
Además, la luz que recogen nuestras retinas influye en la manera en la que el cerebro trata los estímulos emocionales y ayuda a regular nuestro estado anímico.
Pero hay pequeñas recetas que ayudan a luchar contra la depre otoñal, como por ejemplo limitar el tiempo que nos quedamos en la cama y no remolonear demasiado por las mañanas antes de levantarse. También es bueno, siempre que sea posible, practicar una actividad física (preferentemente por la mañana), salir fuera durante la pausa para comer, o al menos ponerse cerca de una ventana (y mejor si estás con otra gente :D), porque todo esto tiene efectos positivos contra la depresión.
“Algunos de los síntomas de la depresión estacional, también conocida como “trastorno afectivo estacional” son los mismos que los de la depresión clásica como sentir un gran cansancio físico y moral.”
Dr Claude Gronfier, investigador del departamento de cronobiología del INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica, Francia)
Hay que aprovechar la luz de las mañanas para tomar la dosis diaria de sol. Efectivamente, por las mañanas, el reloj biológico interno se ajusta con el reloj externo permitiendo diferenciar el día de la noche.
ADAPTARSE AL ENTORNO
Incluso dentro de las casas o de los espacios profesionales, la luz tiene un impacto importante sobre nuestro estado de ánimo y sobre cómo nos sentimos. Por ello es muy importante encontrar estímulos y ayudar el aspecto cognitivo. Una solución es adaptar el lugar en el que nos encontramos instalando lámparas, creando un ambiente con espejos o pintando las paredes con pinturas luminosas.
Eso sí, ¡intenta no abusar de la luz por la noche porque esto estimularía el cuerpo y la vista y podría provocar trastornos del sueño!
